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LE HACEN LA MALDAD

TUXTLA GUTIÉRREZ, CHIAPAS.- En una noche llena de drama y emociones a flor de piel, Tapachula FC se presentó en el estadio Víctor Manuel Reyna para enfrentar a Jaguares FC, con la misión de frenar el sueño de los felinos.

 

Con un hombre menos en los últimos minutos, el equipo del Soconusco consiguió el empate 1-1 que no solo les dio un punto, sino que también dejó a Jaguares fuera de la lucha por la liguilla.

 

Jaguares, consciente de que solo una victoria por más de dos goles podía mantener vivas sus aspiraciones, saltó al campo con la obligación de ganar, pero sin imaginar que Tapachula iba a ser el gran verdugo de la noche.

 

El primer golpe fue de Klinsman Calderón, quien al minuto 18 aprovechó un centro preciso y se elevó en el área para rematar de cabeza y poner el 1-0 en favor de los visitantes. La afición local, que llenaba las gradas del estadio, celebró con fervor, imaginando que ese gol estaba a punto de encaminar al equipo a la clasificación.

 

SEGUNDO TIEMPO

 

Pero como suele suceder en el fútbol, las sorpresas no tardaron en llegar. En la segunda mitad, Tapachula se quedó con diez jugadores tras una segunda tarjeta amarilla a Mateo Aguirre, su defensor uruguayo, por una jugada innecesaria: un toque con la mano para evitar un contragolpe. La expulsión dejó a los tapachultecos con un hombre menos en el campo, pero también les dio una motivación extra para defender con más intensidad.

 

Jaguares, sin embargo, no logró aprovechar la superioridad numérica. A pesar de los esfuerzos ofensivos, la defensa del equipo visitante, junto con una gran actuación del portero, se mantuvo sólida y repelió cada intento. El tiempo avanzaba, y la ansiedad se apoderaba del público, que comenzaba a preguntarse si la clasificación se les escaparía en los minutos finales.

 

Y entonces, cuando todo parecía dominado para los de casa, ocurrió lo impensable. En el minuto 84, un gol de Jesús Dorado silenció al Víctor Manuel Reyna. El delantero de Tapachula, que había ingresado al campo apenas dos minutos antes, aprovechó un descuido defensivo para empujar el balón al fondo de las redes y sellar el empate 1-1.

 

Fue un golpe devastador para los locales, quienes vieron cómo se desvanecía su sueño de clasificar a la liguilla con ese gol en los últimos minutos.

 

El estadio, que en ese instante era un hervidero de pasión y esperanza, se transformó en un mar de desilusión. Los jugadores de Jaguares lo intentaron hasta el último segundo, pero no pudieron quebrar el muro defensivo de Tapachula. El árbitro pitó el final del partido, y con ello, la eliminación de los felinos, que a pesar de haber luchado hasta el final, se vieron condenados por el empate que, más que a Tapachula, favoreció a los equipos que se mantenían en la lucha por la liguilla.